Meta está emprendiendo acciones legales contra dos prolíficos raspadores de datos. El martes, la compañía presentó demandas federales separadas contra una compañía llamada Octopus y un individuo llamado Ekrem Ateş. Según Meta, la primera es la filial estadounidense de una multinacional tecnológica china que ofrece servicios de raspado de datos para alquiler a individuos y empresas.
Octopus también vende software que las personas pueden usar para llevar a cabo sus propias campañas de recopilación de datos. Según Meta, este programa primero compromete las cuentas de Facebook e Instagram del usuario al proporcionar su información de autenticación a Octopus antes de proceder a raspar todos los datos accesibles a las cuentas de ese individuo. El software puede obtener números de teléfono, fechas de nacimiento y otra información personal sobre cada amigo de Facebook e Instagram conectado a un cliente particular de Octopus. Meta alega que Octopus violó sus términos de servicio y la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital al ofrecer un servicio de raspado automatizado e intentar evitar la detección por parte de la compañía.
“Empresas como Octopus son parte de una industria emergente de raspado que proporciona servicios de automatización a cualquier cliente, independientemente de a quién se dirijan y con qué propósito raspen”, dijo Meta. “Esta industria pone el raspado a disposición de individuos y empresas que de otra manera no tendrían las capacidades”.
En cuanto a Ekrem Ateş, el individuo que Meta demandó, la compañía dice que utilizó cuentas automatizadas de Instagram para recopilar información sobre más de 350,000 usuarios de Instagram y luego publicó esos datos en una serie de sitios clonados donde se podían ver los datos de esos individuos sin su consentimiento. Desde principios de 2021, Meta dice que ha tomado múltiples medidas de cumplimiento contra Ateş, incluido el envío de una carta de cese y desistimiento y la revocación de su acceso a sus servicios. Esta no es la primera vez que Meta ha utilizado acciones legales para tratar de detener el raspado de datos. En 2020, por ejemplo, la compañía demandó a un ciudadano turco que raspó más de 100,000 perfiles de Instagram.