Elon Musk ha dicho que renunciará como CEO de Twitter una vez que se pueda encontrar un reemplazo adecuado. El domingo realizó una encuesta preguntando si debería dejar el papel, y los usuarios de Twitter le dijeron abrumadoramente que se fuera. No respondió de inmediato a los resultados, pero para el martes parecía haber aceptado la voluntad de la gente, después de sugerir originalmente que podría cambiarla para que solo los usuarios que pagan pudieran votar en las encuestas de Twitter.
Por supuesto, aún no hay un cronograma para que Musk entregue las riendas. Y como dice su tweet, requerirá encontrar “a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el trabajo”. Después de una caótica serie de mala prensa y la destrucción de su personal, podría ser difícil atraer candidatos de alta calidad al puesto. Pero, el listón se ha establecido extremadamente bajo el mandato de Musk y un simple cambio de cara en la parte superior podría hacer mucho para mejorar la imagen de Twitter en el corto plazo.
I will resign as CEO as soon as I find someone foolish enough to take the job! After that, I will just run the software & servers teams.
— Elon Musk (@elonmusk) December 21, 2022
Por supuesto, existe la posibilidad de que el cambio sea en gran medida cosmético. Musk tuiteó que planeaba quedarse y ejecutar los equipos de software y servidores. Y no hay indicios de que planee vender la compañía, que compró en octubre por $ 44 mil millones y rápidamente se privatizó. Así que está claro que quiere seguir involucrado en la operación de la compañía, pero no está claro cuánto.
Es difícil imaginar al hombre de negocios que hizo un gran espectáculo al despedir a todo el equipo ejecutivo de Twitter y disolvió la junta cuando asumió el cargo simplemente haciéndose a un lado en este punto. Pero también en su corto reinado ha permitido que el capricho de las encuestas tome varias decisiones importantes.
Independientemente de quién finalmente asuma el cargo de CEO, se harán cargo de una empresa que es casi irreconocible en comparación con hace unos meses. Aproximadamente el 70 por ciento del personal ha sido despedido o renunciado. Los anunciantes han huido de la plataforma a medida que el discurso de odio y los trolls han prosperado. Y los esfuerzos de moderación y seguridad del contenido se han estancado por completo. La compañía también se enfrenta ahora a una creciente presión del gobierno en varios frentes.